martes, 22 de octubre de 2013

PELEA DE GALLOS

En su último capítulo de “Interpretaciones de las culturas”, Geertz nos describe un acto de peleas de gallo en Bali. Se muestra una élite que logra modificar el comportamiento cultural de los balineses a través de las prohibiciones de algunos actos tradicionales, pero aunque la pelea de gallos sea parte de una de esas prohibiciones no se hace nada por evitarlo y mucho menos sancionarlo.
El autor describe que estaba presenciando una pelea de gallos en un pueblo balinés junto con su esposa y la empatía, seguido de la solidaridad que mostró con las personas en su alrededor al sucintarse un acto con la policía, le abrió las puertas para acceder a su trabajo de campo. Geertz señala que el pueblo balinés muestra las asociaciones con la animalidad con mucho desprecio y repudio, a tal modo que se prohíbe a los infantes gatear ya que estarían imitando el andar de los animales, pero en el caso del gallo la interpretación cambia. Los gallos son símbolo de masculinidad, de un joven soltero, de fuerza, tipo duro o Don Juan,  y existe una relación entre los hombres y sus gallos, especialmente cuando se prueban fuerzas en estas peleas.
 
Hombres de Bali en plena pelea de gallos
El “ juego profundo” consiste en la pelea de gallo que tiene un espacio  masculino definido en la comunidad, lo que se arriesga en estas apuesta es mucho en comparación con el promedio del sueldo de un balinés, pero lo que está en juego no es solamente el dinero sino lo que representa, el símbolo que lo enmarca. Lo que está en juego es el status, no es el dinero en sí, sino lo que el dinero hace que ocurra como el desplazamiento de status.

En el momento de la pelea de gallos, se producen apuestas, estas obedecen a un orden que define las relaciones sociales de la comunidad, por ejemplo no se puede apostar en contra de un mismo grupo parental porque no se mostraría solidaridad y hasta se expondría una riña o confrontación a posteriori, cuando se apuesta al gallo de un familiar se está demostrando que existe una red de alianza, solidaridad y confianza en el desempeño en la pelea. A la vez, las riñas que surjan en la pelea de gallos activa las solidaridades, con las alianzas, las rivalidades y hostilidades con el grupo contrario de las apuestas, pero en forma de juego, no de una manera explícita.

El carácter interpretativo que otorga Geertz a este hecho tiene  mayor valor que el explicativo, va más allá de lo que se está estudiando y utiliza los símbolos  para explicarnos el carácter público de  la cultura porque los significados se comparten, como las alianzas, las solidaridades y las riñas expresadas en rituales y actos festivos.